Defender la neutralidad en la Red es para algunos especialistas en comunicación una reverenda tontería. Por razones como éstas:
– Discriminación. Las empresas que controlan los anchos de banda y, por extensión, los flujos de datos en Internet no podrían discriminar a determinadas empresas que tengan grandes flujos de datos, porque perderían clientes en cascada y éso les restaría competitividad y cuota de mercado.
Oferta y demanda ajustadas y reales
– Quien más consume más debería pagar. El sistema actual trata a todas las empresas que usan banda en Internet y que son proveedoras de contenidos de la misma manera. Lo lógico sería que quien tiene más tráfico, también pague más. Una analogía recurrente en este sentido es aquella que dice que quienes circulan por las carreteras deben hacer frente a los gastos de su mantenimiento, siendo el vehículo el proveedor de servicios y la carretera Internet.
– Arbitrariedad regulatoria. Tal y como está definida el principio de neutralidad en la Red en los reglamentos aprobados por el Gobierno de los Estados Unidos, se considera que un proveedor de banda debe hacer una gestión razonable de su red. Una letra que es tan ambigua que puede tener como resultado no pocas arbitrariedades burocráticas.
– Google a favor de la neutralidad en la Red. Grandes defensores de la neutralidad en la Red la defienden por conveniencia estratégica. Google defiende la neutralidad en la Red, pero estuvo en contra cuando se trató de defender el proyecto Google Fiber, un sistema de acceso de banda ancha más rápido promocionado por la empresa del buscador y desarrollado experimentalmente en Kansas. El Gobierno no la rechazó algo que es una notable incoherencia.
– Estancamiento tecnológico. Comcast y AT&T están empleando ahora mismo cableados antiguos para dar servicio de Internet, algo que hace que el tráfico sea lento en muchas zonas de Estados Unidos. Estados Unidos es el país número 16 del mundo en el uso de banda ancha detrás de Liechtenstein. Sin competencia en el ancho de banda, sin flujos diferenciados el estancamiento tecnológico es un lastre que el sistema no se puede permitir. Ni la sociedad americana.