La neutralidad en la Red hace tiempo que tomó el rumbo de la complejidad. Se trata de un asunto en el que las posiciones están encontradas y en el que cada vez resulta más difícil ver la luz al final del túnel.
Tal vez por esa razón haya tantos esfuerzos de políticos y periodistas por emplear analogías para hacer comprender sus puntos de vista. Hemos reunido algunas de esas analogías lanzadas por políticos y periodistas norteamericanos que hacen reír por su simpleza como hacer pensar por el lugar en el que está el debate de la neutralidad en la Red en Estados Unidos. Vemos esas analogías de la neutralidad en la Red:
– La analogía de los usuarios como redes telefónicas. Sí, es una de las entregas más extrañas de analogías de la neutralidad en la Red. La comentó en su momento el senador Al Franken que echó mano de una idea extraña, la de comparar a las personas que usan Internet como hilos y conexiones de una red de comunicación. El vídeo que publicó el senador no ha hecho más que confundir al personal sobre el tema de la neutralidad en la Red. Un despropósito.
– La analogía del servicio de correos. Christopher Yoo, profesor de la Universidad de Pennsylvania ha comparado Internet con un servicio de correos. Cree que como en Correos, quien quiere prioridad para un envío urgente tiene que pagarlo. Al resto le debe corresponder ir tan rápido como el caballo del malo.
Carreteras y seguridad aérea
– La analogía de la autovía y el aeropuerto. Stacey Vanek Smith, periodista económica de Planet Money, considera que la neutralidad en la Red se parece a la circulación que puede haber -y sus diferencias- entre una autovía corriente y una autopista de peaje. Quien paga puede ir más rápido. Nilay Patel, editor de Verge, considera que Internet va camino de convertirse en lo más parecido a la seguridad de un aeropuerto, por aquello de las restricciones, ya sabes.
– El nudo gordiano. La analogía más simple y en la que los optimistas sin nombre prefieren creer. Que lo de la neutralidad en la Red se puede solucionar de una manera más simple y de un plumazo. Ya veremos.