Un caso para pensar sobre el papel de la justicia y los derechos que asisten a las leyes de la neutralidad en la Red. En diciembre de 2015, los brasileños fueron sorprendidos por la noticia de que el servicio de WhatsApp iba a ser suspendido por espacio de 48 horas en todo el país. Los medios de comunicación y el Gobierno brasileño no explicaron en un primer momento los motivos de la interrupción dando lugar a todo tipo de especulaciones.
Al final, el motivo fue una decisión judicial con motivo de una investigación sobre uno de los grupos criminales más importantes del país. Bajo esa investigación, una orden judicial permitió acceder a los datos del WhatsApp de la persona investigada. El caso es que como no hubo ninguna cooperación por parte de la empresa estadounidense, el servicio fue bloqueado. El país se quedó sin este servicio de mensajería instantánea.
Aún más, las personas que durante el apagón quisieron ponerse en contacto con los ciudadanos brasileños desde fuera del país, no pudieron hacerlo. Tras esta circunstancia, medio millón de brasileños ya se habían inscrito en Telegram, una plataforma alternativa a WhatsApp.
Medida innecesaria
La medida, según los expertos, totalmente innecesaria, demuestra que quiénes gobiernan desconocen cómo funciona Internet. La proporcionalidad no se tuvo en cuenta a la hora de desconectar el servicio telefónico que da soporte a WhatsApp. Se trata, además, de una clara violación de la neutralidad en la Red que el Gobierno brasileño ha declarado defender mediante leyes propias.
Algo muy similar se Piauí también en Brasil a comienzos de 2016. La justicia local quería romper la confidencialidad del WhatsApp de unos pocos usuarios como parte de una investigación sobre pedofilia. La empresa, que tampoco, cooperó, motivó que un juez pidiera que el servicio también fuera bloqueado, algo que no llegó a suceder porque otro juez revocó la decisión de suspender el servicio.
Para reflexionar.