En junio de 2012, Holanda se convirtió en el primer país europeo y el segundo del mundo en convertir el compromiso por la neutralidad en la Red en una ley nacional. La legislación holandesa introdujo en su orden legal que los proveedores de redes públicas de comunicación electrónicas para accesos a Internet no pueden obstaculizar o ralentizar los servicios o las aplicaciones en la Red.
Todo comenzó con un anuncio, el de la compañía holandesa de telecomunicaciones KPN que divulgó en abril 2011 que comenzaría a bloquear servicios como los de VoIP y de mensajería instantánea a menos que los clientes pagaran una cuota extra.
Una semana más tarde Vodafone anunció, a su vez, que ya estaba bloqueando servicios análogos a los de KPN en Holanda. Hechos que aceleraron la toma de decisión política en los Países Bajos para modificar las reglas de juego y favorecer la neutralidad en la Red que esas acciones corporativas ponían en riesgo.
En junio de 2011, los parlamentarios holandeses votaron su ley de telecomunicaciones con la que hacer efectiva la neutralidad en la Red.
El artículo clave de la ley es el 4.7 bis que prohibe expresamente la citada ralentización de la banda de acceso a Internet. Un acceso limitado que, en cualquier caso, sólo se permite en los supuestos de:
– Reducir la congestión del tráfico en momentos puntuales.
– Preservar la integridad y la seguridad de las redes, los de los servicios del proveedor o los de los equipos de los usuarios.
– Bloquear las comunicaciones no deseadas, para impedir el spam, y sólo si el usuario da su consentimiento de antemano, o, en su caso, si sucede para hacer cumplir la ley o bajo un mandato judicial.
La nueva norma prevé también, en los casos en los que el usuario final sea responsable de una violación de la seguridad, que el proveedor de banda ha de informar de la situación al cliente y darle tiempo suficiente para rectificar.
Finalmente, la ley holandesa de las telecomunicaciones de 2011 prohibió a los proveedores de banda en Internet cobrar a los usuarios finales de manera diferenciada por accesos más rápidos y por servicios diferenciados en Internet.
Críticas a la ley
Un antiguo director de la Onafhankelijke, la autoridad de las comunicaciones públicas holandesa, criticó la ley de la neutralidad en la Red de los Países Bajos. Su pregunta era si el usuario realmente se iba a beneficiar de la nueva normativa.
El directivo se pronunció a favor de la transparencia de los servicios y de que la competencia entre operadores le parece la manera más razonable de llegar a una neutralidad en la Red más efectiva, más allá de una más que dudosa regulación excesiva. Algo tan útil como un colchón amortiguador, como un delicado colchon para niños, armado de regulaciones flexibles y eficientes.
En relación a este tema, Neelie Kroes, una política holandesa y, en la actualidad, comisaria de la Agenda Digital Europea, señaló que los usuarios de Internet deben saber qué es lo que pagan por sus accesos a Internet y señaló en su momento a los medios que hay una gran descoordinación entre países que dificultan la creación de un mercado único digital en Europa.
En cualquier caso, llama la atención que la opción legislativa holandesa para conseguir una neutralidad en la Red se recibiera con notable interés en Brasil. La ley ha servido como referencia en la Ley de Derechos Civiles de Internet brasileña que fue aprobada por la Cámara de Diputados en marzo de 2014.