Mucha gente sufre verdaderos quebraderos de cabeza al pensar en cómo poder llegar cada día a más gente, aumentar su cartera de clientes y mejorar sus ventas. Las posibilidades existentes son innumerables, de eso no hay duda, tantas que a veces puede resultar realmente complicado decantarse por una en concreto.
En este post hemos querido centrarnos en destacar el papel que ofrecen las tarjetas de visita para las empresas, que sin duda se muestran como una de las principales opciones a la hora de hacer publicidad y mejorar sus relaciones con los clientes. Los beneficios que ofrecen son enormes, entre otras cosas porque gracias a su reducido tamaño, permiten incluir la información que resulta realmente importante y captar la rápidamente la atención de los clientes.
Es por ello por lo que hemos creído que resultaría interesante dar los mejores trucos y consejos que te permitan llevar a cabo una tarjeta de visita con un diseño de lo más atractivo y que resulte realmente eficaz. Toma nota y aprovéchate de sus ventajas.
Tamaño
El tamaño es posiblemente el elemento más importante de las tarjetas de visita. Al contrario de lo que suele ser habitual, en las tarjetas el tamaño no es mejor cuanto más grande sea, sino que deben ser del tamaño estándar, que es de unos 9×5 centímetros.
La clave de este tamaño es que al ser tan reducido, permite incluir en la tarjeta los datos que resultan más importantes para una empresa, dejando a un lado aquellos elementos importantes que no hacen más que distraer y alejarte de aquello en lo que realmente quieres que se centren. Además, con el tamaño estándar se podrán guardar en la cartera y en los tarjeteros cómodamente.
Material
El material elegido te permitirá marcar la diferencia, ya que mientras hay empresas que apuestan por las tarjetas de visita en papel, otras muchas apuestan por materiales de mayor calidad y muchos más resistentes, que ofrecen una imagen mucho más cuidada que permite marcar la diferencia.
Lo que debes tener en cuenta independientemente del material que escojas, es que todo debe tener un sentido. Puedes hacer una tarjeta de plástico, de vinilo, de madera o incluso de metal, pero si ésta no tiene un sentido ni una estructura, no servirá de nada.
Estilo
El estilo de tu tarjeta debe adaptarse a la filosofía de tu empresa y al tipo de sector al que pertenezca. La clave es realizar una tarjeta que resulte coherente y que cuente con un diseño atractivo y que consiga llamar la atención, mostrando a tus clientes la filosofía de tu empresa.
Utiliza la misma tipografía y los mismos colores que hayas utilizado para el resto de publicaciones y campañas de publicidad, ya que de lo contrario podrías confundir a los clientes y no conseguir el impacto deseado.
Información necesaria
Es fundamental que la información que aparezca en tu tarjeta sea la necesaria e imprescindible. Debe actuar como un elemento que consiga mejorar tu imagen y aumentar tu reputación, y para ello es importante que únicamente aparezcan aquellos elementos que resulten indispensables.