Una de las prácticas denunciadas de manera recurrente por los activistas de la neutralidad en la Red es el denominado bloqueo de direcciones IP.
La práctica se basa en una técnica desarrollada en el año 2003 por la empresa de seguridad en Internet NetScreen Technologies que consistía en poner filtros al malware, las rutinas de programación que captan información de los usuarios de Internet sin consentimiento.
Programaciones piratas.
Con la acción de bloqueo de direcciones IP, NetScreen, y todos los operadores de seguridad que le han seguido desde entonces, se rastrean los lotes de datos en lo que se conoce como ‘inspección profunda de paquetes de datos’.
Discriminación
Según los activistas contrarios a las limitaciones de la neutralidad en la Red, se trata de una práctica de control de mal uso de Internet que en realidad se puede traducir en diferentes formas de discriminación de la transmisión de datos en tiempo real. Una intervención en las comunicaciones que, enfocada así, es absolutamente legal.
Los activistas del movimiento consideran que el bloqueo de direcciones de IP es en realidad una forma de censura encubierta con las que las operadoras de banda seleccionan a los usuarios a los que quieren mejorarles las velocidades de transmisión de datos. Y, por contra, una forma de reducir el tráfico para otros usuarios.
Un caso concreto de bloqueo de direcciones IP fue el suscitado tras una queja de la compañía de telefonía Orange en Francia, que argumentaba que un 50% del tráfico que soportaba era sobre sitios de Google y de YouTube.
En su momento se planteó si Orange bloqueaba de alguna manera a YouTube, pero un estudio del regulador de comunicaciones públicas francés sólo demostró que la ralentización del servicio sólo era atribuible a accesos masivos a YouTube en determinados picos horarios.
Bloqueo de direcciones IP y la neutralidad en la Red más deseada.