Muchas sorpresas desagradables de una tienda online surgen cuando el cliente inicia el proceso de compra. Hemos seleccionado seis de esas sorpresas que provocan el fin de la adquisición de productos y servicios. Los vemos:
– Los costes del transporte son muy elevados. Una de las sorpresas desagradables de una tienda online por la que el usuario que quiere comprar finalmente no lo hace es por el coste excesivo del transporte del artículo. Y todo, cuando muchas veces, se capta al cliente con unos precios que no incluyen los gastos de envío. Inadmisible.
– Hay que hacer un registro previo. Comprar en una tienda online lo que uno quiere puede ser una opción, pero que acaba cayendo por su propio peso cuando se pide como paso obligatorio para comprar rellenar un formulario. Detrás de ese formulario está tomar los datos para enviar newsletter y Dios sabe qué más. El cliente inteligente no está por la labor.
– Más información que la que debería. Otra de las sorpresas desagradables de una tienda online suele ser la que acompaña a tener que entregar mucha información, más de la lógica, para completar la compra. Lo mismo, el cliente no está por darle su partida de nacimiento a nadie. Se trata de una acción que se siente como dejar que te toquen tu intimidad.
– Proceso de compra excesivamente largo. Completar una compra con una sucesión de paso interminables también se percibe como otra de las sorpresas desagradables de una tienda online. Los pasos han de ser justos, los mínimos posibles, sencillos y en sucesión lógica.
– Tiendas que no cargan. Una de las sorpresas desagradables de una tienda online es que sus archivos, sus listados de productos, las fotos de los artículos se descarguen muy lentamente o incluso que en algún momento se cuelguen y se interrumpa el proceso. Se trata de un problema de base especialmente grave.
– Impuestos no incluidos. Otra de las sorpresas desagradables de una tienda online es que en el coste final del artículo no incluya los impuestos y que el precio final sea sensiblemente mayor al esperado y anunciado. Se trata de algo que hay que corregir porque el cliente lo percibe como una estrategia engañosa.
– Alternativas de pago casi nulas. Si no existen muchas alternativas para pagar los productos ofertados, el usuario se ve en la tesitura de modificar su comodidad a la de los gestores de la tienda online. Así no puede funcionar una tienda online. Está claro.
– Gastos de envío inexplicados. Si no se explica que el producto lleva gastos de envío y cuáles son, igual, harán que el cliente abandone la operación de compra. Se juega su dinero y los gestores la confianza.
Estas son las sorpresas desagradables de una tienda online que se dejan ver en proyectos poco maduros o que no cuentan con una adecuada profesionalidad de sus gestores o una empatía con los clientes a la altura.
Si quieres ver una tienda online tipo que te ofrece las mejores garantías echa un vistazo a la tienda informatica online de Distrimar, verás la diferencia.