Los defensores de la neutralidad en la Red se refieren al abandono de la igualdad en el acceso al mismo tipo de banda ancha para todos los usuarios también en términos de usos de vías lentas y de costumbres generalizadas de los internautas.
Está demostrado que los usuarios que tienen conexiones a Internet más rápidas abandonan los procesos de descargas lentos de vídeos más fácilmente que los internautas que cuentan con accesos con menos capacidad. Éstos últimos, acostumbrados a esperar, esperarán a que se descarguen los archivos.
Los defensores de la neutralidad en la Red creen que proveer de anchos de banda más rápidos provocará una desafección para con los contenidos que no se descarguen rápidamente.
Adaptación psicológica
Los defensores de la neutralidad en la Red creen que esto se debe a una adaptación psicológica muy humana, que sugiere que cuando las personas se acostumbran a disfrutar de algo que les satisface, no se sienten seducidos por un nivel de interacción positiva que esté por debajo de sus logros o expectativas anteriores.
Los proveedores de vídeos Netflix y Vimeo, en una de sus reuniones con miembros de la Oficina Federal de las Comunicaciones (FCC), para tratar las condiciones de la neutralidad en la Red, revelaron que los usuarios con conexiones rápidas a Internet en casa demostraron más impaciencia a la hora de descargar vídeos que los que disponían de conexiones más lentas.
Los resultados demuestran cómo los usuarios se acostumbran a las conexiones rápidas a Internet, lo que se traduce en un aumento de sus expectativas. Quieren más. Cuando se produce cualquier retraso los usuarios no lo encajan bien y se vuelven impacientes. De todo esto se deduce que un aumento de la rapidez de las conexiones en Internet no puede ser un motivo para crear un Internet a dos velocidades, porque los usuarios siempre querrán más velocidad.