La compraventa de segunda mano no ha parado de crecer en los últimos años, gracias al uso masivo de los smartphones y de las apps y a la consciencia creciente de que el consumismo sin freno repercute negativamente en el medioambiente. Son 7 de cada 10 españoles los que han comprado o vendido objetos de segunda mano en el último año, y para muchos de ellos, esto se ha convertido en una forma de vida basada en la sostenibilidad.
Comprar y vender objetos de segunda mano representa una enorme contribución al medioambiente. Así lo demuestra la segunda edición del estudio “Second Hand Effect.
La ONG internacional WWF considera que el informe Second Hand Effect es “una contribución importante” para ayudar a los consumidores a seleccionar los objetos más respetuosos con el medio ambiente, reducir la explotación de los recursos naturales e incentivar un consumo más sostenible. Según Karin Lindwall, Head of Fundraising de WWF, “los marketplaces de segunda mano tienen un efecto considerablemente beneficioso para el medio ambiente, haciendo posible que los bienes de consumo se reutilicen muchas veces antes de su reciclaje”.
Para calcular el beneficio medioambiental que puede generar un objeto de segunda mano este estudio se ha basado en la metodología del ciclo de vida. En este sentido, se ha considerado una casuística diferente para cada tipo de objeto. En el caso de los frigoríficos y congeladores antiguos, por ejemplo, que generan un mayor nivel de sustancias nocivas y de consumo energético, el uso de un modelo muy antiguo puede ser un factor en contra a los beneficios ambientales de adquirir uno nuevo. En cambio, en el caso de los vehículos, el mercado de segunda mano puede evitar tanto la producción de un coche nuevo como la gestión de nuevos residuos, por lo que la compraventa de un coche de hasta 20 años reduciría la huella de carbono.