El mundo offline y el mundo online son dos universos paralelos que, sin embargo, se entrecruzan de forma constante. Hoy hablamos de la tecnología QR y de sus múltiples aplicaciones citando uno de esos casos en los que lo virtual entra en el terreno de lo real para ofrecernos un producto sorprendente y curioso.
El producto del que queremos hablar es una simple taza. Si, habéis leído bien. Una taza (ahora hay quien las llama Mugs) para tomar un café o un té en el desayuno, para disfrutar de un coffee break en la oficina o para degustar un cacao caliente antes de acostarnos. Sin embargo, no es una taza normal, ya que incorpora un código QR. Os preguntaréis ¿para qué añadir un código a una taza? Pues, lo cierto es que la tecnología QR proporciona múltiples funcionalidades que pueden resultar interesantes si hablamos de tazas publicitarias o de tazas personalizadas (las que regalan las empresas a sus clientes y que contienen el logotipo o la marca).
Las tazas personalizadas se han usado desde hace décadas como objeto de marketing y publicidad. Pero, más allá de estar estampadas con un logotipo, no ofrecían más detalles sobre la empresa que las regalaba. Sin embargo, basta con añadir un QR para que todo esto cambie. Mediante este código (que puede escanearse desde un teléfono móvil) podemos proporcionar información sobre nuestra empresa, nuestros productos o nuestra filosofía y valores como marca. Bastará con que el cliente escanee el código para que visite nuestra web o cualquier otra página de nuestro site al que lo dirijamos. También podemos crear una landing page específica con la información que queramos destacar o con alguna promoción especial para incentivar así el uso del código.
QR: Una tecnología al alza
Esta sorprendente taza es sólo un ejemplo de las múltiples opciones que la tecnología QR pone a nuestro alcance. Habréis visto que, en los últimos años, este tipo de códigos han ido apareciendo cada vez en más sitios (periódicos, revistas, camisetas…). Su éxito se debe a múltiples factores, pero especialmente a su versatilidad (pueden incluirse en cualquier parte, como por ejemplo, en la carta de un restaurante o en el ticket de compra) y a su accesibilidad, ya que para leerlos sólo necesitamos un Smartphone (¿quién no tiene uno hoy en día?) equipado con un lector específico muy fácil de conseguir.
Todo esto hace que los QR se hayan diferenciado muy rápidamente de los códigos de barras convencionales, ya que, además, son muy fáciles y rápidos de crear. Existen webs que permiten crear tu código QR con la información encriptada que desees y guardarlo, imprimirlo o enviarlo por email posteriormente. Además, permiten usar colores o incluso imágenes para su diseño. Ya no existen excusas para no utilizar los QR y todo su potencial para nuestra empresa.