Pocas actividades de la industria de contenidos en Estados Unidos y relacionadas con la neutralidad en la Red ofrece ejemplos de descontrol, de falta de rigor informativo, de negociaciones paralelas a espaldas de lo que se hace público como las más que aparentes campañas de intoxicación de Netflix, el gran suministrador de contenidos de televisión en streaming de Estados Unidos, que, como se suele decir, busca pescar en río revuelto. Pescar ventajas sobre sus competidores con la neutralidad en la Red como coartada.
En marzo de 2014, Reed Hastings, CEO de Netflix, realizó unas declaraciones en el blog de la compañía que incendiaron el estado de la cuestión añadiendo aún más controversia y polarización.
Hastings reclamó una neutralidad en la Red más fuerte ante la intención de los proveedores de banda de discriminar los accesos a Internet con pagos y exclusividades, pidiendo también más espacio para que acceder a la red Netflix de manera gratuita.
Al tiempo que Netflix pedía gratuidad para los accesos a su red, la compañía suscribía acuerdos con proveedores de banda para poder encajar el crecimiento acelerado de su proyecto de televisión en streaming, proveedores como Cogent o Level 3.
Alternativa Netflix
En vista de la que FCC, el organismo encargado del control de las comunicaciones en Estados Unidos, no se avenía a redefinir el concepto de neutralidad en la Red a imagen y semejanza de las necesidades comerciales de Netflix y en función de sus intereses corporativos, Hastings y su empresa propusieron que la FCC se encargara de establecer un protocolo de defensa del consumidor para garantizar su acceso a Internet.
En marzo de 2014, Netflix había sufrido varios cortes en el suministro de banda achacable a la prioridad de su empresa suministradora de acceso, Cogent, que decidió priorizar a los usuarios privados antes que a los de Netflix.
Algo que Cogent reconoció posteriormente. Y es que Cogent ‘estranguló’ los accesos de banda de Netflix cuando esta compañía estaba en negociaciones con Comcast para convertirla en su proveedor de acceso. Nada nuevo bajo el sol, una neutralidad en la Red al servicio de los intereses de las grandes compañías y a espaldas de las necesidades de los usuarios de la Red.