En pleno debate sobre el derecho a la neutralidad en la red, surgen por otro lado todos aquellos deberes implícitos que tienen que ver con la responsabilidad y el buen hacer de los internautas. Uno de estos deberes no es más que el saber comportarse correctamente y no abusar de dicha neutralidad o libertad. En los últimos años hemos visto como se ha hecho fuerte la figura del troll: ese ser que se alimenta del daño que hace por medio de palabras escritas aprovechando su anonimato. Algunas marcas han recibido duros golpes que han hecho mella en su reputación online.
Debemos recordar la famosa cita de Warren Buffet “Cuesta 20 años construir la reputación de una marca y bastan tan sólo 5 minutos para arruinarla”. Sin lugar a dudas, la inmediatez de las redes sociales acelera este proceso. La
neutralidad en la red es un derecho del que no se debe abusar porque en ese caso no estaríamos hablando sobre libertad de expresión sino de una manera gratuita de tirar por la borda la reputación online de millones de usuarios y compañías a nivel internacional.
Cuidar la reputación online de una marca requiere tiempo y esfuerzo. Dichas acciones suelen estar ligadas a un trabajo de posicionamiento web. Facilitarle las cosas a un troll para que pueda echar por la borda todo ese trabajo sería un craso error. Como vemos, el debate de la neutralidad en la red va para largo y no parece que tenga una clara solución, al menos a corto plazo. Hasta el momento, hemos hablado del conflicto que existe con la neutralidad en la red con relación a la reputación online de las marcas pero debemos pararnos a pensar también en las relaciones entre los usuarios. El derecho al anonimato hace que muchos navegantes se tomen el lujo de cometer acciones imprudentes que perjudican a terceros. Este debate sobre la neutralidad en la red está produciendo grandes dolores de cabeza a los gobiernos de muchos países, especialmente al de EEUU.
Tim Berners Lee, creador del World Wide Web ha aprovechado el 25 cumpleaños de su invento para pedir a los gobiernos la completa neutralidad en la red. Según este científico de computación informática, los internautas deberíamos tener siempre el derecho de acceder a este medio y mantener nuestro anonimato siempre que lo deseemos eso sí, respetando siempre al resto de usuarios. El debate está abierto pero parece que, al haber tantos factores en juego, la solución tardará aún en llegar.