A veces nos sorprendemos al echar la mirada atrás y ver que llevamos años y años luchando por la neutralidad en la red. El tiempo pasa muy rápido, excesivamente rápido podríamos decir. Y los cambios respecto a la obtención de esta neutralidad no llegan a la misma velocidad. En realidad, todavía esperamos que llegue el día en el que podamos gritar a los cuatro vientos que la red es neutral y que podemos comenzar a disfrutar de ella en condiciones. Y si este momento no ha llegado es por diversos enemigos que encuentran en la neutralidad en la red un fenómeno a combatir.
Proveedores de Internet
Por una u otra razón seguro que nos viene a la cabeza un motivo por el cual los proveedores de Internet no nos caen precisamente bien. Siempre se han beneficiado de su posición dominante para exprimir a sus clientes y colocarles en situaciones de las que no han podido salir sin transgredir. Por si esto no fuera poco, las empresas del mundo afincadas en el sector de los servicios de Internet, están haciendo todo lo posible para que la neutralidad online no pueda ser real.
Juegan a puerta cerrada, pero la flexibilidad de Internet ha destapado la mayoría de sus escándalos. Uno de los más serios fue descubrir que Comcast había ralentizado el servicio de Netflix para sacar más dinero de la empresa de streaming. Sin cumplir con esta condición los usuarios no podrían visualizar en condiciones del contenido del servicio. Y este es solo uno de los ejemplos que nos hablan de situaciones donde se lucha contra la neutralidad.
Políticos
No es que un político sepa muy bien de lo que está hablando cuando carga contra la neutralidad en la red. En realidad, nos apostamos a que la mitad de las veces ni le interesa de qué va la cosa. Pero lo que sí saben los políticos es que si apoyan a la lucha contra la neutralidad, pueden conseguir el apoyo de proveedores de Internet y les harán cuantiosos pagos de grandes cheques. Hay tanto políticos individuales como partidos (los Republicanos) que ya han manifestado lo en contra que están.
El mismo conocimiento que algunos políticos (ninguno) lo demuestran personas que se meten a opinar o actuar sin ideas propias. Estas opiniones que se generen en su cabeza no serán precisamente buenas, sino que apostarán por hablar de cosas sin justificación. Los resultados de estos comentarios pueden ser tanto buenos como malos, así que es preferible cortarlos por lo sano.