El avance de la Red de redes ha sido tan fulgurante como, si se nos permite, inesperado. Es verdad que muchos ya vaticinaban todo lo que iba a ocurrir una vez que las líneas pudieran soportar una velocidad más o menos decente, y parece que esta vez las predicciones se han hecho carne. Lo que veíamos imposible al final se ha convertido en nuestro día a día, por lo que no nos sorprende lo más mínimo que todos aquellos que quieren darle a su negocio un sesgo virtual para crecer miren, irremediablemente además, hacia el espacio digital. Y claro, un sector tan importante como el de los desguaces también tiene muchas apetencias por este particular.
No lo decimos por decir, el que hoy en día un usuario cualquiera pueda adquirir un repuesto desde su casa resulta una comodidad enorme, sobre todo porque además de práctico es rápido. Los desguaces virtuales (haz clic aquí para ver un ejemplo de uno de ellos) han permitido al cibernauta estándar entender que la adquisición de un repuesto no tiene por qué estar sujeta a los horarios comerciales. En estos momentos es bastante práctico (y muy interesante) localizar aquello que nos facultará para resolver una avería mecánica de un modo directo, sin problemas de ningún tipo y sabiendo además que estamos haciendo lo correcto para que nuestro coche pueda seguir funcionando.
Ahora bien, ¿el éxito de los desguaces se debe únicamente a que aparecen en el espacio de las tres W? Nosotros pensamos que no, puesto que si fuera por esto otro tipo de empresas también estarían creciendo (y todos sabemos por dónde circulan ahora mismo algunos sectores de nuestro empresariado). Está claro que los negocios que se dedican a la venta de recambios de ocasión han sabido reconvertirse y ofrecer un producto alejado de suposiciones, bien calibrado y que atiende a las normativas de calidad que hoy en día se le deben exigir a estos productos.
Esto que acabamos de decir, aunque para algunos no tiene demasiada importancia, resulta de lo más interesante para otros, toda vez que las normativas ISO, por ejemplo, con su presencia constatan que el producto que estamos a punto de adquirir cumple con todas las reglas habidas y por haber y, por tanto, es adecuado para funcionar sin problemas de ningún tipo. Esto es fundamental cuando compramos elementos mecánicos de segunda mano para un coche, porque no podemos salir a la carretera sin estar seguros de lo que tenemos entre manos. Pero es que además nos permite reclamar si ese producto que nos han vendido tiene problemas, no funciona bien o se demuestra defectuoso.
Así que nosotros pensamos que toda empresa que quiera salir al espacio de las tres W está actuando correctamente, pero tiene que asumir que además de tener una parte virtual también ha de ofrecer al cliente una calidad sin fisuras. De lo contrario el crecimiento será plano o incluso negativo.