¿Estamos saliendo de la crisis? Los políticos de algunos partidos afirman que así es la cuestión, y el foro de los empresarios también hace valoraciones que parecen indicar que estamos en la línea de salida hacia la finalización real y efectiva de una situación que nos ha puesto contra la espada y la pared. Muchos indicadores macroeconómicos han variado notablemente de un tiempo a esta parte, la prima de riesgo permanece en unos soportables 150-200 puntos, la bolsa ha recuperado el brío y se encuentra sólida en el entorno de los 10.000 enteros… Sí, la verdad es que, al menos en lo que se refiere a las grandes cuestiones de la economía global, se atisban cambios en la buena dirección.
Ahora bien, ¿qué ocurre en los niveles domésticos, en la economía de andar por casa? Vayámonos, por ejemplo, al sector de los automóviles, que ha mostrado como pocos la incidencia real de la crisis a nivel empresarial. Estamos hablando de un tipo de negocios que ha visto cómo la falta de liquidez y de dinero ha retraído a la gente a la hora de adquirir coches, mostrando una enorme cantidad de años seguidos en caída libre… Hasta 2014. En efecto, si enero y febrero parecían mostrar unos datos positivos que había que esperar para ponderar en su justa medida, la tendencia ha seguido en valores verdes en marzo y sobre todo en abril, donde se ha crecido más de un 28% con respecto al mismo mes del año anterior. Esto va consolidándose como tendencia, y parece claro que si las cosas siguen así los concesionarios se beneficiarán, la economía se estimulará, el parque móvil se renovará y el sector automovilístico podrá salir de la postración en la que se encuentra.
Ahora bien, ¿es de verdad una tendencia la compra de vehículos nuevos? ¿O hay gente que aún se resiste, como los galos de Astérix y Obélix, ahora y siempre al invasor? Y la verdad es que tenemos que decir que el modelo de la segunda mano que representan los desguaces sigue siendo una opción mayoritaria para un montón de gente, que ve necesario recurrir a este tipo de negocio para poner su coche en buena forma.
Esto lo debemos entender no solamente en términos de ahorro, sino también de calidad. La entrada en vigor de ciertas normativas sobre la certificación de la calidad ha permitido que muchos tengan claro que adquirir un recambio de segunda mano resulta de lo más conveniente, sobre todo en aquellos momentos en los que de verdad necesitamos un poco de sentido común para que nuestros recursos sigan dándonos operatividad y seguridad. Está claro que las cifras que arroja la venta de coches nuevos son posibles, entre otras cosas, por los planes de estímulo del gobierno. Pero la segunda mano está en plena forma, y los usuarios saben que recurriendo a ella podremos adquirir repuestos que serán de enorme calidad y que certificarán que estamos haciendo lo correcto para que nuestro automóvil siga siendo viable. Por eso creemos que aunque los números así lo indiquen, la crisis todavía está lejos de desaparecer, al menos en lo tocante al sector automovilístico.