La violencia en el país afecta a toda la población pero tiene una mayor influencia en los jóvenes cuando se habla de tasas de homicidios. Según diferentes estudios e investigaciones, los homicidios representan casi el 10% del total de las muertes del país. Los estudios apuntan que en la década entre 2006 y 2016, el número de asesinatos de jóvenes de 15 a 29 años aumentaron un 23,3%. Siendo el homicidio la causa del 49,1% de las muertes de los jóvenes entre esa franja de edad. Algo que el grupo Familia Unida quiere cambiar mediante la educación.
Importancia del trabajo socioeducativo
El escenario actual nos lleva a asistir cada vez más a los jóvenes para que no sucumban ante las dificultades sociales y no se involucren con el crimen y las drogas. De los que no mueren precozmente muchos van a parar en las instituciones de atención e internamiento. Ante esta situación, el grupo de Familia Unida realiza un trabajo de extrema importancia social.
El trabajo del grupo se implantó no hace mucho tiempo. Un grupo nutrido de voluntarios visitan varios días cada semana los centros de internación masculina, donde los jóvenes menores de edad son llevados después de ser detenidos. En este lugar, se analiza la peligrosidad del acto y se define para qué centro socioeducativo será encaminado el menor.
El trabajo es de gran importancia, pues para muchos de esos jóvenes, es la última esperanza para cambiar el camino que siguen. Muchos de ellos no creen más en la recuperación y piensan que ya no hay más perdón debido a los delitos cometidos por ellos. Sin embargo, cuando tomamos una palabra de fe, que pueden ver el valor real de cada uno y así comenzar a reaccionar a sus problemas.
El trabajo de los voluntarios del grupo
El trabajo de los voluntarios es fundamental para el grupo. Son ellos quienes realizan las actividades junto a los jóvenes, por ejemplo, actividades físicas y la proyección de películas, que proporcionan no solo momentos de ocio, sino también de calidad de vida a los adolescentes. Además, los voluntarios llevan ayuda espiritual, dando consuelo y una palabra de fe a los adolescentes.
Para los voluntarios también es una gran satisfacción formar parte de este equipo. Consideran que formar parte del grupo como un honor, un privilegio, ya que al visitar a los jóvenes y orar por ellos y sus familiares, es como estar haciendo una oferta a Dios mismo. De esta manera, es está recordando y demostrando actitudes de amor hacia nuestro prójimo, como Jesús enseña, que debemos acordarnos de ellos como si estuviéramos presos. Esas palabras animan a hacer algo por los que están encarcelados.
Un gran número de jóvenes ya han sido atendidos por los voluntarios desde el inicio de los trabajos, y los resultados han sido altamente positivos. Muchos han cambiado su comportamiento, y ya no piensan más en el crimen y quieren una nueva vida. No demuestran eso solo por las palabras pero con sus actitudes, pues dejaron de ser agresivos hasta el punto de reflexionar sobre la rutina de la unidad. Los propios agentes de seguridad son primeros que se dan cuenta de esto. Además, los familiares también son alcanzados por el trabajo del grupo tanto de amparo social como espiritual.
El trabajo del grupo Familia Unida dentro de los centros se ha ido intensificando con el tiempo. Durante los últimos años se ha ido extendiendo por todo el país este trabajo. Actualmente, la actividades desarrolladas con lo menores detenidos son llevadas a cabo por un gran número de voluntarios, cubriendo la gran mayoría de los centros del país.